Con ojos completamente negros, Kazuya Shidou es capaz de mostrar ilusiones a cualquiera que se encuentre con su mirada. Si lo desea, puede incluso matar personas con el puro terror que provocan estas visiones. Él asume que sus ojos son la razón por la que fue abandonado en Nueva York cuando era un niño de ocho años, pero no puede estar seguro. No tiene recuerdos de sus padres o de su infancia, aparte de un vago recuerdo de haber vivido anteriormente en Japón. Desde que Kazuya fue recogido de las calles, ha trabajado como asesino a sueldo junto a su salvaje compañero Keith Grangrey. Más valiosa que el dinero que gana con los asesinatos es la promesa de información que se obtiene gracias a una investigación en curso sobre su pasado. Coincidentemente, los objetivos de los dos suelen ser matones y otros delincuentes de poca monta; sin embargo, también deben eliminar a todos los testigos de sus asesinatos, sean inocentes o no. Kazuya ha perdido la cuenta del número de sus víctimas y nunca antes había mostrado remordimiento, pero parece que sus sentimientos han ido cambiando lentamente.
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